Una Cuaresma más ...
3 de marzo de 2022
R. P. Alejandro Quezada, CMF
Es una gran alegría ver como las personas concurren al Templo el Miércoles de Ceniza para imponer en sus cabezas este elemento como signo claro de arrepentimiento y el deseo profundo de una vida nueva en donde reine la justicia y la paz.
El Miércoles de Ceniza es un día especial porque iniciamos el camino cuaresmal con la Iglesia universal. Es un tiempo privilegiado en el que los Católicos cobramos conciencia de nuestra fragilidad y de nuestro pecado para corregirlo y participar, con un corazón renovado, del Misterio Pascual.
Recibimos a muchas personas que hicieron este gesto de reconciliación. Un nutrido número de laicos (Catequistas, Ministros Extraordinarios de Eucaristía, Equipos Litúrgicos) y Misioneras Clarisas participaron activamente. Además el Equipo Web se encargó de la música y de ofrecer algunas presentaciones en la pantalla.
Ojalá que hagamos eco de las palabras del Papa Francisco: "No nos cansemos de luchar contra la concupiscencia, esa fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal, y que a lo largo de los siglos ha encontrado modos distintos para hundir al hombre en el pecado (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 166). Uno de estos modos es el riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales, que empobrece las relaciones humanas. La Cuaresma es un tiempo propicio para contrarrestar estas insidias y cultivar, en cambio, una comunicación humana más integral (cf. ibíd., 43) hecha de «encuentros reales» (ibíd., 50), cara a cara."