Acabamos de conmemorar la Semana Santa, la semana más intensa del Año Litúrgico, que tiene como objetivo reflexionar sobre la pasión y muerte de Cristo.

En esta semana acompañamos a Jesús con nuestra oración, sacrificio y arrepentimiento para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de la Pascua.

En la Parroquia PCM vivimos la riqueza de la Semana Mayor con diferentes actividades en donde, los Grupos Parroquiales, Sacerdotes y fieles, participaron activamente.

Empezamos el Domingo de Ramos con una Procesión en las calles de alrededor de la Parroquia para recordar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén,

El miércoles se llevó a acabo la Misa de Unción de los Enfermos en donde se otorgó este Sacramento de Sanación, por el cual, se pide al Señor, la salud del cuerpo y el alma, y el consuelo, paz y ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad o fragilidad como: una enfermedad grave o crónica, vejez, estar próximos a algún procedimiento quirúrgico, entre otros.

Invitamos a las personas que tengan personas enfermas en casa, que no puedan desplazarse a la Parroquia, a llenar este Formulario:  https://bit.ly/EnfermosPCM para que les sea posible recibir en casa la Santísima Eucaristía, el Sacramento de Unción de Enfermos o lo que requiera como cristiano.

El Jueves Santo celebramos la última Cena de Jesús con sus Apóstoles, el momento en el que instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Además, tuvimos una Hora Santa muy especial que culminó con una Bendición con el Santísimo Sacramento.

El Viernes Santo recordamos la Pasión de Nuestro Señor, lo conmemoramos con un Viacrucis (uno por las calles aledañas a la Parroquia y otro en el interior de la Capilla) en donde muchos fieles y sus familias tuvieron la oportunidad de ir sumándose a la reflexión y oración del momento. También tuvimos la Solemne Celebración de la Adoración a la Cruz y un hermoso Rosario para dar el Pésame a la Virgen María.

En el Sábado Santo, celebramos la Vigilia Pascual, la gran fiesta de los Católicos, donde recordamos la Resurrección de Jesús, se bendijo el agua, renovamos nuestro bautismo, se tocaron las campanas y encendimos los cirios pascuales como señal de luz y alegría.

Y culminamos la Semana Santa con la Santa Misa del Domingo de Resurrección conmemorando el día que Jesús venció a la muerte y nos da la oportunidad de salvarnos viviendo felices en compañía de Dios.