Comenzamos la Semana Santa con el Domingo de Ramos, a lo largo del día en las celebraciones se bendijeron las palmas y se entró en procesión, simbolizando la entrada de Jesús a Jerusalén. Este día también se realizó a las 11:30 hrs. una procesión alrededor de la Parroquia en donde las personas nos acompañaron con las palmas y entonando algunos cantos como “Cristo Rey”.

Continuamos el Jueves Santo con el Triduo Pascual, que son tres días en donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección. En este día se realizó en el Templo, la celebración de la Cena del Señor, en donde se llevó a cabo el lavatorio de pies de los discípulos representados por niños, jóvenes y adultos de la Comunidad. Después se continuó con la bendición de los panes y fueron repartidos a las personas que asistieron a la celebración y posteriormente se trasladó el Santísimo Sacramento al Altar en la Cripta, en donde se realizó la Hora Santa.

Al siguiente día por la mañana se realizó el Viacrucis de manera representativa por algunas personas de las pequeñas comunidades e integrantes de los grupos parroquiales, acompañados por nuestro párroco R.P. Jerome Lourdu, CMF, se llevó a cabo por calles aledañas de la Parroquia. Iniciamos con la Primera Estación en el atrio, nos reunimos con gran devoción para acompañar a Jesús, en el camino de la Cruz, seguimos por la calle de Torres Adalid, hasta llegar a Enrique Rebsamen y regresamos por Luz Saviñón, para continuar por la cerrada de Diagonal San Antonio y la Glorieta Mariscal Sucre y terminar nuevamente en la Parroquia, en  el camino se unieron más personas, que escuchaban y reflexionaban la palabra de Dios, y rezaban el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria.

Igualmente se realizó otro Viacrucis en la Cripta para las personas que no se pudieran desplazar y no se perdieran de este acontecimiento importante de la Semana Santa, estuvo dirigido por el Hno. Adolfo Villaseñor, CMF.

Posteriormente por la tarde se realizó la celebración de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que se realiza en silencio, sin flores y sin cantos. Caminaron sobre el pasillo de la Iglesia el párroco Jerome y R.P. Miguel y al subir al altar se postraron en el piso, en oración y silencio. Se leyeron las lecturas de Isaias, el Salmo 30 y la Carta a los Hebreos. Después se dió lectura al Evangelio la Pasión de Cristo, según San Juan.

En la homília se nos recordó que fuimos creados a imagen y semejanza  de Dios y que debemos de construir un Reino de Justicia, Paz y Amor.

En la oración universal se pidió por el Santo Padre, por el Pueblo de Dios y sus Ministros, por los Catecúmenos, por la Unidad de los Cristianos, por los Judíos, por los que no creen en Cristo, por los que no creen en Dios, por los Gobernantes y por los que se encuentran en alguna tribulación y se dió termino a esta celebración con la Adoración de la Cruz.

Terminado este momento se nos invitó a rezar el Rosario del pésame a la Virgen María en la Cripta.

El sábado por la noche se celebró la Solemnidad de la Vigilia Pascual en donde el sacerdote realizó la siguiente monición:

Hermanos:

Conmemoremos, pues, juntos la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y participando en sus Sacramentos, con la esperanza cierta de participar también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con él para siempre en Dios.

Continuamos con la bendición del Fuego Nuevo siguiendo la procesión en medio de la oscuridad, poco a poco se fue tomando la luz del Cirio Pascual, entre toda la Asamblea, porque la luz de Cristo tiene que llegar a todos.

Se canto el “Pregón Pascual” que es un grandioso himno a la Resurrección, escuchamos la Liturgia de la Palabra, después renovamos nuestro Bautismo con la Liturgia Bautismal y terminamos con la Liturgia Eucarística.

Al finalizar la celebración el equipo sacerdotal, todos los presentes y asamblea, de manera fraterna se abrazaron y desearon:

¡Felices Pascuas de Resurrección!