¡Qué alegría y qué bendición tan grande para nuestra comunidad parroquial!

Con motivo del mes de la familia, terminamos con broche de oro donde 37 matrimonios reafirmaron su amor y compromiso ante Dios y estamos seguros que pusimos un tabique en la construcción de nuestra pastoral conyugal y familiar en la parroquia.

La renovación de las promesas matrimoniales no solo fortalece su unión, sino que también es un testimonio vivo del amor de Dios en medio de nosotros. Cada paso que demos en nuestra pastoral conyugal y familiar es un reflejo del compromiso que tenemos de construir hogares cimentados en la fe, el amor y el servicio.

Fue muy gratificante puesto que nació desde nuestra misión como matrimonios católicos de estar al servicio de la comunidad.

Sigamos caminando juntos, impulsados por la gracia del sacramento del matrimonio, para que más familias descubran la belleza de vivir en comunión con Cristo.

Que la Parroquia del Purísimo Corazón de María siga guiándonos en este camino de amor, fidelidad y entrega.

¡Ánimo, que nuestra misión apenas comienza!