Domingo de Ramos 2025
13 de abril de 2025
Liturgia
El Domingo de Ramos abrió solemnemente la Semana Santa. Con ramos en mano, recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y escuchamos con devoción el relato de su Pasión, anticipando así el camino que recorreríamos durante la semana. Fue un momento de unión y esperanza, que marcó el inicio de nuestra vivencia pascual.
Ese día, nuestras comunidades se llenaron de alegría y recogimiento. Las palmas alzadas no solo fueron símbolo de júbilo, sino también de compromiso. Al igual que la multitud que aclamó a Jesús como Rey, nosotros también quisimos proclamar con fuerza que Él es el centro de nuestra vida. Pero, a diferencia de aquella multitud que luego se dispersó, nosotros decidimos permanecer fieles, seguirlo hasta la cruz, caminar con Él con el corazón abierto.
La liturgia nos llevó de la algarabía al silencio reflexivo en cuestión de minutos. Escuchar la Pasión según San Marcos nos hizo mirar de frente el sufrimiento de Jesús, su entrega sin reservas, su amor llevado hasta el extremo. Muchos de nosotros no pudimos evitar emocionarnos al contemplar el contraste entre la aclamación inicial y el grito final de “¡Crucifícalo!”. Fue un llamado a no ser cristianos solo de entusiasmo momentáneo, sino discípulos constantes y valientes.
El Domingo de Ramos también fue una invitación a prepararnos espiritualmente para toda la Semana Santa. Nos motivó a hacer un alto en nuestra rutina, a silenciar el ruido del mundo y a abrir espacio para la oración, la reflexión y las obras de misericordia. Porque no se trata solo de recordar lo que pasó hace más de dos mil años, sino de vivirlo hoy, con nuestra historia personal, con nuestras luchas y anhelos, sabiendo que Jesús camina a nuestro lado.
Este Domingo de Ramos nos recordó que la fe no es aburrida ni lejana, sino una aventura apasionante que nos llama a dar lo mejor de nosotros mismos.
Así comenzamos esta Semana Santa: con el corazón dispuesto, con la mirada puesta en la cruz, pero también con la esperanza cierta de la resurrección.