La pandemia de covid 19 ha sido una experiencia dolorosa para muchas personas y familias. Una circunstancia internacional no prevista que nos ha obligado a posponer planes y proyectos y nos ha enseñado a cuidarnos unos a otros, tomando sana distancia y otras precauciones.

    Muchas personas ha experimentado un cambio en su vida personal y han tomado la decisión de acercarse más a Dios y al prójimo. Algunos feligreses nos comparten ropa, medicinas y despensas que compartimos con otras personas e instituciones:  NIEV (Niños con ilusión y esperanza de vida) y Cruz Blanca, AC.

    Gracias a Dios, no faltan personas generosas y desprendidas que ofrecen recursos económicos a la Parroquia, que vamos administrando con cuidado. Hace unos días, con el fondo disponible, "restauramos" los dos Ángeles que custodian al Cristo Crucificado de la Cripta.