Una manita de gato

17 de octubre de 2020

R. P. Alejandro Quezada, cmf

         Seguramente cuándo los Primeros Misioneros Claretianos se pusieron a dialogar con los Ingenieros y Arquitectos para ver cómo y de qué forma iban a construir la sede parroquial, no pensaron en las dificultades que implicaría su mantenimiento.

 

         Como han de recordar, hace unas cuántas semanas la Familia Wagner regaló cuatro candiles, uno grande y tres pequeños. El día que los desmontamos de la casa familiar lo montamos en el templo parroquial. El candil grande luce a la entrada del templo pero la pintura del techo está quemada por el tiempo. De esta forma, hurgamos en las alcancías de la parroquia para buscar los fondos y nos decidimos a pintarlo.

 

         Mientras estábamos cotizando los precios, una Familia cercana regaló la pintura que necesitábamos. Este generoso gesto nos recordó la expresión típica de Abraham: "Dios proveerá". Y con el auxilio de la Divina Providencia le dimos su "manita de gato".