Siete momentos para orar con los Mártires

20 de noviembre de 2021

P. Alejandro Quezada, cmf

SALUDO DEL CELEBRANTE

El Testimonio de los mártires de San Joaquín es un aliento para nuestra vida como seguidores de Jesús y servidores de su Palabra. Por tal motivo, vamos a orar diferentes textos martiriales que nos permitan interiorizar la experiencia de fe que ha impulsado a muchos cristianos de diferentes épocas a entregar sus vidas por la causa de Jesús y del Reino de Dios.

 

1: QUIERO MORIR SOLO POR TI, QUE TE DIGNASTE MORIR POR MÍ

MONICIÓN: «Jesús "dio su vida por nosotros"; demos también nuestra vida, no por él, sino por nosotros, y, me atrevería a decirlo, por aquellos que van a sentirse alentados por nuestro martirio. Todavía nos queda tiempo de gloriarnos. Pues dice la Escritura: "Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produ­ce constancia; la constancia, virtud probada; la virtud, esperanza; y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado"». (Orígenes)

SALMO

SOLISTA: 
El sentido de la muerte
se define por el sentido de la vida.
Vivir es mucho más que no morir.
Es realizar una misión,
comprometerse y construir su sentido
que alcanza hasta la eternidad.

TODOS: LA MUERTE ENCUENTRA SU SENTIDO EN LA VIDA.

SOLISTA
Con la muerte se produce el fin de la vida.
Se rompen los lazos con el mundo, 
con los seres queridos y con la propia corporalidad.
Pero la vida sólo se desarrolla en plenitud
en los que alimentaron la vida en esta tierra,
defendieron su derecho,
protegieron su dignidad,
y llegaron hasta aceptar la muerte
para ser testigos de la vida.

TODOS: LA MUERTE ENCUENTRA SU SENTIDO EN LA VIDA.

SOLISTA
Todos los que murieron sacrificados como Jesús,
por amor a una vida más digna,
heredan la plenitud de la vida.
Son como el grano de trigo
que, al morir, produce vida,
y al ser enterrado rompe la tierra y crece.
La plenitud de la vida implica la resurrección.
El cuerpo sin vida es como un cáliz vacío,
capaz de acoger el vino precioso.
Por la resurrección será llenado en plenitud
con la vida de Dios que no elimina
sino que transfigura la vida humana,
haciéndola infinitamente más vida.
Y, por tanto, INMORTAL". (Leonardo Boff)

TODOS: LA MUERTE ENCUENTRA SU SENTIDO EN LA VIDA.

ORACIÓN: Señor, que el testimonio de Jesús y de sus Mártires, nos conduzcan a anunciar la Buena Nueva del Reino a los pobres, y seamos solidarios con los que padecen enfermedad, dolor, injusticia y toda clase de opresión. Amén 

2. ANDAMOS ERRANTES, COMO OVEJAS LLEVADAS AL MATADERO

MONICIÓN: «Yo me ofrecí por víctima y el Señor se dignó aceptar mi oferta, pues sobre mí han venido toda especie de calumnias, infamias, persecucio­nes etc., no tenía otra cosa que el testimonio de mi buena conciencia; y así siempre me he quedado tranquilo y en silencio, no pensaba sino en Jesús». (Antonio María Claret)

SALMO

CORO 1
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

CORO 2:
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

CORO 1:
Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte en el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

CORO 2
Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta, 
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero. (Teresa de Jesús)

ORACIÓN: Animados por el testimonio de San Antonio Ma. Claret y de los Beatos Mártires de san Joaquín, concede a la Familia Claretiana crecer con abundantes vocaciones que estén dispuestas a colaborar en la transformación del mundo según tu designio de salvación. Amén. 

CANTO

3. SOMOS UNA IGLESIA MARTIRIAL

MONICIÓN 3.: «No es de maravillar que el martirio, por el número y modo como se da en la Iglesia y sólo en ella, siga siendo una prueba de la virtud y poder de la gracia divina y un argumento del origen divino de la misma Igle­sia. El espíritu de la Iglesia depende de que haya siempre en ella hom­bres dispuestos para el martirio». (Karl Rahner)

SOLISTA:

Mi muerte mi vida, 
¡tu!.
Palabras de mis gritos,
silencio de mi espera, 
testigo de mis sueños, 
¡Cruz de mi cruz!

Causa de mi amargura, 
perdón de mi egoísmo, 
crimen de mi proceso, 
juez de mi pobre llanto,
razón de mi esperanza, 
¡tú!
Mi tierra prometida
eres tú...
La pascua de mi pascua,
¡nuestra gloria
por siempre,
Señor Jesús!...

Gozó de la tierra prometida
en el mes más crudo de la siembra
sin más alternativa que la lucha,
muy cerca de la muerte,
pero no del final. (Teófilo Cabestrero)

ORACIÓN: Señor que concediste a los Mártires de san Joaquín un amor extraordinario al prójimo y a los verdugos, haz que también nosotros seamos creativos constructores de la comunidad y de la unidad de tu Iglesia. Amén. 


4. DEMOS LA VIDA POR LAS OVEJAS Y POR LOS VERDUGOS

MONICIÓN 3: «Cristo nos invita a no temerle a la persecución porque, créanlo, hermanos, el que se compromete con los pobres tiene que correr el mismo destino de los pobres […] El martirio es una gracia que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea semilla de libertad y la señal de que la esperanza será pronto una realidad». (Oscar Romero)


SOLISTA:
Yo moriré de pie, como los árboles. 
Me matarán de pie. 
El sol, como testigo mayor, 
pondrá su lacra sobre mi cuerpo,
doblemente ungido.
Y los ríos y el mar
se harán camino de todos mis deseos, 
mientras la selva amada
sacudirán sus cúpulas, de júbilo.
Yo diré a mis palabras: -no mentía, gritándoos.
Dios dirá a mis amigos: —certifico
que vivió con vosotros
esperando este día.
De golpe, con la muerte, 
se hará verdad mi vida, 
¡por fin habré amado! (Pedro Casaldáliga)

ORACIÓN: Padre santo que inflamaste en celo apostólico el corazón de los Mártires, concédenos seguir e imitar a Jesucristo en orar, trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente tu mayor gloria y la salvación de la humanidad. Amén 

CANTO


5. EL MARTIRIO NO ES ANIQUILAMIENTO SINO TESTIMONIO DE FIDELIDAD

MONICIÓN 4: «Deseaba ser misionero, más aún, dar su vida por la fe. Un día me rogó pidiese en el momento de la Santa Misa que el buen Jesús le concediese la gloria del martirio» (.J.F. Villepelee). Esta frase podría sintetizar el espíritu de muchos misionero mártires, que movidos por un amor a la Eucaristía no temieron a la muerte. El P. Andrés Solá no fue la excepción y ante los federales dijo con toda entereza: «Que me sea lícito manifestar que no tengo otro crimen, que yo conozca, que el de haber cumplido con mi deber como misionero que soy».

CORO 1
Señor, yo debo unir mi cuerpo, mi corazón, mi espíritu y, 
tan largo como soy, tenderme sobre la cruz del momento presente. 
Y no tengo derecho a elegir la madera de mi pasión:
la cruz está ya esperando a mi medida. 
Tú me la ofreces cada día, cada minuto, y yo debo ocuparla. 

CORO 2
No es agradable, Señor, el momento presente
es tan estrecho que no hay modo de darse en él la vuelta con todo, 
Señor, yo no te encontré en otra parte,
es ahí donde Tú me esperas,
es ahí donde, Tú y yo juntos,
salvaremos a nuestros hermanos.

CORO 1
También yo, Señor, debo abandonar
todos estos vestidos de ceremonia
que me estorban en mi vida y me esconden a tus ojos,
este "tener" que ahoga el "ser" en mí, 
y me separa de los otros.


TODOS:
Así, Señor, yo debo, poco a poco,
hacer morir en mi vida todo aquello que no sea fidelidad a tu voluntad.
Y esto no me gusta un pelo, Señor; hay que estar siempre muriendo. 
Qué exigente eres: yo doy y aún sigues pidiendo. 
Pero si Tú lo quieres todo, Señor, tómalo todo.
Arranca Tú mismo mi último vestido.
Pues yo sé bien que hace falta morir para merecer la vida
como el grano debe pudrirse para que pueda nacer la espiga de oro. (Michel Quoist)

ORACIÓN: Tú que en la hora de la prueba fortaleciste con la Eucaristía a nuestros hermanos mártires de San Joaquín, concede a quienes compartimos su esperanza, imitarlos en su vida, en el anuncio valiente de tu Palabra y en la entrega a los pobres. Amén 

CANTO


6. JESÚS MÍO, JESÚS MÍO, POR TI MUERO

MONICIÓN 6: En nuestra vida misionera «experimentamos con frecuencia las dificultades de nuestro ministerio, porque transmitir un mensaje de anuncio y denuncia en situaciones conflictivas de increencia, de injusticia, de alienación o de muerte, es siempre peligroso y arriesgado. Jesús fue el «mártir de la Palabra», y precisamente por eso, nadie ha logrado acallarla». (Servidores de la Palabra SP 23)

SOLISTA
Las piedras del camino
tienen huellas de sangre.
Piedras de la Historia
que llevan fechas de torturas y de muertes,
manchas rojas que nos hablan de Ti.

TODOS: LA HISTORIA LA HACEN LOS QUE ABREN ESPACIOS DE VIDA CON SU VIDA.

SOLISTA
Derechos conquistados a punta de cadáveres.
Barrotes de presos que nos alargan cheques de libertad.
Sangre para que hoy tengamos sangre y vida.
Muchas vidas bajo los cimientos de la ciudad.
Y en el mundo un madero rojo
con el primer cadáver a cuestas.
¡El hombre que abrió brecha!

TODOS: LA HISTORIA LA HACEN LOS QUE ABREN ESPACIOS DE VIDA CON SU VIDA.

SOLISTA
Nos habían dicho que la Historia
la hacían los reyes y los guerreros. 
La Historia la hace la sangre, 
la muerte, la tortura.
La Historia la hacen los que abren 
espacios de vida con su vida.
La historia la haces Tú
que alientas el aliento de esos hombres
y les enseñas a perder la vida
para que haya vida
para que no haya cadáveres ambulantes
de explotación, de tiranía y de muerte.

TODOS: LA HISTORIA LA HACEN LOS QUE ABREN ESPACIOS DE VIDA CON SU VIDA.

SOLISTA
La Historia la hacen tus hombres.
No importa que no te reconozcan
si siguen las señales de sangre
del camino de la cruz.
Tus hombres no son los que llevan encima tu nombre,
sino las manchas de sangre del Nazareno.

TODOS: LA HISTORIA LA HACEN LOS QUE ABREN ESPACIOS DE VIDA CON SU VIDA.

Por ellos vivimos hoy,
respiramos aire y no gases.
Por ellos y por nosotros,
que seguiremos sus huellas,
respirarán nuestros hijos un aire más puro
y alcanzarán con nosotros la tierra de los vivos
donde sólo viven. (Patxi Loidi)

TODOS: LA HISTORIA LA HACEN LOS QUE ABREN ESPACIOS DE VIDA CON SU VIDA.

ORACIÓN: Señor, nuestra Iglesia está presente en muchas regiones donde los desequilibrios y las injusticias destruyen la dignidad del hombre, haz que nuestra vida, impulsada por la sangre de los Mártires, sea un testimonio liberador, profético y esperanzador. Amén. 

CANTO

7. JUNTO A LA CRUZ SIEMPRE HAY PASCUA

MONICIÓN 7: «Si amamos apasionadamente a Dios, a María y a nuestros hermanos, percibiremos en nosotros una fuerza que nos hará vencer la timidez, el miedo, los complejos, las tentaciones de callar cuando debiéramos hablar […] En los trances difíciles del anuncio de la Palabra, acudamos al discernimiento comunitario. Quienes se unen en la escucha de la Palabra y permanecen unidos conviviéndola, serán solidarios ante la cruz». (Servidores de la Palabra SP 23)

SOLISTA
Dichosos los que oyendo la llamada de la fe y del amor en sus vidas,
creyeron que la vida era dada para darla en amor y con fe viva.

TODOS: DICHOS LOS QUE AMAN HASTA EL EXTREMO

SOLISTA
Dichosos  si abrazaron la pobreza para llenar de Dios sus alforjas,
para servirle a él con fortaleza, con gozo y con amor a todas horas.

TODOS: DICHOS LOS QUE AMAN HASTA EL EXTREMO

SOLISTA
Dichosos mensajeros de verdades, que fueron por caminos de la tierra, 
predicando bondad contra maldades, pregonando la paz contra las guerras.

TODOS: DICHOS LOS QUE AMAN HASTA EL EXTREMO

SOLISTA
Dichosos ustedes que consuelan a los tristes. 
Dichosos ustedes servidores de la humanidad,
Dichosos ustedes porque construyen el Reino de justicia
con su sangre derramada.

TODOS: DICHOS LOS QUE AMAN HASTA EL EXTREMO

ORACIÓN: Señor, tu que a la Virgen María, Reina de los Mártires, diste fortaleza al pie de la cruz y la colmaste de gozo en la resurrección de tu Hijo, haz que como ella seamos personas de misericordia, ternura y compasión, de ojos penetrantes y oídos atentos a las urgencias del mundo. Amén.  

CANTO

ORACIÓN FINAL

Dios todopoderoso y eterno que diste a los beatos Mártires de San Joaquín: José Trinidad Rangel, Andrés Solá cmf y Leonardo Pérez, un amor singular a la Santísima Eucaristía, infundiendo en ellos el valor de aceptar la muerte por el nombre de Cristo y de Santa María de Guadalupe, concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que a ejemplo de ellos, sepamos hoy ser fieles, confesando tu nombre con nuestra palabra y nuestra vida. Pedimos al Señor, que llegue el momento en que podamos gozarnos de su gloriosa canonización. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.