El Reloj de María Elena

19 de julio de 2021

R. P. Alejandro Quezada, cmf

         Hace varios meses que estamos viviendo, en el mundo entero, un tiempo “atípico” debido a la pandemia. Una situación extraordinaria que irrumpió en nuestras vidas sin ninguna consideración; un fenómeno que no habíamos planeado y pensábamos, quizá, que duraría poco tiempo. Quién iba a imaginar en la Ciudad de México que cerraríamos los Templos durante tres meses, incluyendo la “Semana Santa” de 2020. Una situación realmente inédita.

 

         En esta coyuntura de la historia, muchas personas han cambiado de residencia, de una colonia o de una ciudad a otra por diversas razones. Fue el caso de María Elena, una vecina y feligrés nuestra que decidió cambiarse de domicilio y en plena mudanza, ofreció a la Parroquia como ofrenda, un reloj de péndulo de dos metros de altura. Después de recogerlo, lo colocamos en uno de los pasillos de la Casa.

 

         Desde la parroquia, nos unimos en oración por todas las personas que han sufrido en esta pandemia y agradecemos los gestos de generosidad de muchas otras.