Domingo XI del Tiempo Ordinario

14 de junio de 2020

Parroquia del Purísimo Corazón de María. CDMX

         Es frecuente que los Católicos hagamos oración diaria o casi diaria, por el Papa, los Obispos, los Sacerdotes, las Religiosas y pedimos también el aumento de vocaciones, sin embargo, olvidamos que la "Misión" es una gracia que debemos "merecer". Un don que debemos cultivar. Las circunstancias que vivimos están exigiendo una nueva actitud: "compasión". Jesús al contemplar a la multitud "extenuada y desamparada" sintió un movimiento interior, experimentó la compasión e hizo algunas recomendaciones a sus discípulos. Cuándo hagas oración por las Vocaciones, pide al Señor, que los evangelizadores seas sensibles, cercanos y solidarios al Pueblo de Dios.

 

Del libro del Éxodo.

         En aquellos días, el Pueblo de Israel, salió a Refidim, llegó al desierto del Sinaí y acampó frente al monte. Moisés subió al monte para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: Esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel: Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído a mí, Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí, un reino de sacerdotes y una nación consagrada.

 

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

 

Salmo Responsorial (99)

        R. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo.

         Alabemos a Dios todos los hombres y sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R

         Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R

         Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R

 

De la Carta a los Romanos

         Hermanos: Cuándo todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado. Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuándo aún éramos pecadores.

         Con mayor razón, ahora que ha hemos sido justificados por su sangre, seremos salvados por él del castigo final. Porque, si cuándo éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados por él por la muerte de su Hijo, con mucho más razón, estando ya reconciliados, recibiremos la salvación participando de la vida de su Hijo. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

 

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

 

Aleluya, Aleluya

         El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. conviértanse y crean en el Evangelio.

 

Del Evangelio de San Mateo

         En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".

         Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.

         Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo, Simón, el cananeo y Judas Iscariote, que fue el traidor.

         A estos doce los envío Jesús con estas instrucciones: "No vayan a tierra de paganos ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los Cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos, resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues gratuitamente"

 

Palabra del Señor

Gloria a tí, Señor Jesús

 

Reflexión:

         Dios se hace presente de una manera especial en Jesús de Nazareth. él nos revela el rostro “compasivo y misericordioso” del Padre, para sanarnos de nuestras heridas y orientarnos en el camino de la vida para no “andar como ovejas sin pastor”.

         Moisés, en la primera lectura, también revela las palabras de Dios al Pueblo de Israel: "Esto dirás a los Israelitas" ... y lo exhorta a la fidelidad: "si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos"

         Jesús ha orado al Padre para que su venida se muestre a través de hombres y mujeres que sientan el llamado a trabajar en su campo. El mundo, como mies inmensa, necesita trabajadores que tengan los mismos sentimientos de Jesús: compasión, misericordia y disponibilidad. Hoy somos invitados a recordar que “no tenemos nada que no hayamos recibido” y por lo tanto a ofrecer lo mejor de nosotros a los demás “gratuitamente”. Jesús pide pastores generosos y agradecidos, no mercenarios que actúan por intereses pasajeros y mezquinos. La tarea que el Señor nos encomienda cobra otro sentido. ¿En conciencia, tus actitudes y acciones en la vida son de compasión o de insensibilidad?

 

Después de un tiempo de Reflexión, puedes concluir con esta plegaria:

Oración de Consagración a la Virgen de Guadalupe